El Teatro de Tías acoge este fin de semana el estreno del musical “El Gran Chef”
La asociación Cultural Musical “Máquina Imagina” junto con el Aula de Música Experimental del Ayuntamiento de Tías pondrá en escena el musical “El Gran Chef” en el Teatro Municipal de Tías.
El alcalde de Tías, Pancho Hernández, acompañado por Bosco Díaz, director musical, y Borja Molina, actor principal, presentaron esta mañana en rueda de prensa “El Gran Chef”, organizada a través de la Concejalía de Cultura bajo la coordinación del teniente de alcalde y concejal Amado Vizcaíno.
El Gran Chef se estrenará por primera vez el viernes 26 de junio, a las 20:30 h. y habrá una segunda representación el sábado 27 a la misma hora. Las entradas estarán a la venta a partir del lunes 8 de junio en Floristería Laurisilva (C/ Libertad nº 30 de Tías), El Fiestón (Costa Teguise) y librería El Puente (Arrecife). El precio de las entradas será de 10 €, tanto en los puntos de venta anticipada como en taquilla. Es una obra no recomendada para menores de doce años. Este es el octavo musical escrito en su totalidad (historia, letra y música) por el compositor lanzaroteño Bosco Díaz. Sus otros siete musicales ya han sido estrenados en años anteriores: El sentido de la vida en el año 2006, La gran aventura del grillo Cri en 2007, Vía Esperanza en 2008, La reina Mab en 2010, Apartamento sin vistas en 2012, El tesoro escondido del capitán Pock en 2013 y Monkeys en 2014.
GRAN CHEF es un musical sorprendente, de temática culinaria; una tragicomedia al uso, intrigante, con un argumento que va in crescendo y donde no todo es lo que parece. Esta historia transcurre en el barrio latino de París y su protagonista es el Chef de un bonito y modesto restaurante que se encuentra a orillas del Sena: La Maison des Saveurs. Jean Pierre Bertrand es un joven y prometedor Chef que tiene grandes sueños y aspira a ser el mejor en su profesión. Más que un cocinero se considera un alquimista. Está muy centrado en su trabajo, tanto que llega a convertirse en su única obsesión. Es una persona con mucho talento, egocéntrica, que se va transformando por culpa de esa obsesión hasta el punto de volverse huraño, psicótico, bastante histérico, en un proceso que parece no tener marcha atrás. Sohie Moreau es la propietaria de dicho restaurante y, aparte de llevar el negocio, tiene que lidiar con un huracán llamado Jean Pierre, lo que le ocasionará más de un disgusto. La Maison des Saveurs cuenta con una excelente brigada de cocina formada por: Philippe, el subchef, un gran tipo con alma inquieta y casi tan bueno como el chef, cosa que le traerá problemas; Charlotte, una jefa de partida impulsiva y de mente abierta que tiene una relación de amor-odio con Bruno, un camarero y emigrante cubano que le pone gracia y sabor al restaurante; Arelié, una cocinera risueña, soñadora y muy indecisa que es la confidente de Clarisse, la pastelera, una joven sensible y cariñosa, muy buena en su trabajo pero que sueña con ser bailarina profesional y que se enamora de Philippe; y por último, Valentine, una joven aprendiz tímida que tiene la capacidad innata de pasar desapercibida. Además, aparece un personaje extravagante y peculiar: Nicolas Le Brun, un afamado periodista y crítico culinario que presenta un programa de televisión sobre los mejores y más curiosos restaurantes del país.
¿Conseguirá el Chef sus propósitos? ¿Asombrará al mundo con sus novedosos platos? ¿Demostrará que es el mejor de todos los tiempos? ¿Podrá Sophie llevar adelante su negocio? ¿Qué pasará con Charlotte y Bruno? ¿Se decidirá Arélie? ¿Se hará Valentine un hueco en el grupo? ¿Triunfará el amor entre Clarisina en dosseppe?s? sobre retauraciidad innata de pasar desapercibida esional, es sensible y cariñosa y se eel amor entre Clarisse y Philippe? Para averiguarlo, vale la pena sumergirse en este relato durante poco más de hora y media y dejarse llevar por esta historia tan hermosa, enigmática, misteriosa, plena de vida y acción, donde todo gira alrededor del maravilloso mundo de la cocina. Esta es, sin duda, una obra emocionante y entretenida en la que los egos, las obsesiones, los amores, los sueños, los celos y las pasiones son una constante. Está llena de sorpresas y aventuras que nos harán sentir parte de ella y nos tocarán la fibra sensible. Esta obra, por tanto, no dejará indiferente a nadie y, sobre todo, les sorprenderá, pues es una extraordinaria historia de amor por la cocina, de lo cotidiano, de la perseverancia y de sueños por cumplir, pero también de la obcecación del protagonista por llegar a lo más alto a costa de quien sea y de lo que sea. Todo ello nos demuestra que el primer paso para tener éxito es creer en uno mismo, saber marcarse objetivos, pero que a veces hay que saber dónde están los límites. El trabajo duro da sus frutos y siempre hay que estar al servicio de las buenas ideas, intentar que la inspiración nos pille trabajando, aunque eso a veces no sea suficiente.
Este musical escrito por el compositor Bosco Díaz cuenta con la producción de Gálder Moreno, la dirección vocal, artística y escenográfica de Alicia García (Dido y Eneas, Los Miserables, Jesucristo Superstar, El sentido de la vida, La gran aventura del grillo Cri, Vía Esperanza, La reina Mab, Apartamento sin vistas, El tesoro escondido del capitán Pock y Monkeys), la dirección musical de Bosco Díaz y la coreografía de Héctor Rodríguez.
Un musical escrito en dos actos, con una música intensa, moderna, llena de contrastes, donde canciones como La Maison des Saveurs, El gran chef, El vicio que nos domina, Despejando el camino, Latino divino, Buenos amigos, etc… nos muestran una amalgama de estilos, en los que las fusiones son una constante y con arreglos orquestales nítidos, frescos, coloridos; en definitiva, cuidadosamente preparados y presentados como los mejores platos de un buen restaurante y siempre al servicio de la historia.
En la realización de esta obra participan un total de 17 personas, entre actores, equipo artístico y técnico. Este es un espectáculo dinámico, intrigante, con toques de humor y algún que otro sobresalto, que pretende llegar a nuestras entrañas, poniendo sobre el escenario los ingredientes necesarios, nunca mejor dicho, para hacer pasar al público un rato inolvidable y dejarle un buen sabor de boca.